Al fin llegó a Chile Departures (2008). Me moría por recomendárselas, queridos cinefilors, pero no sabía hacia dónde guiar vuestros pasos, porque ni yo la volví a encontrar. Incluso pensé que sería una más de las joyitas del cine que se pierde al cruzar el charco…para nuestra suerte sobrevivió y llegó al otro lado del mundo, directo desde Japón y con un Oscar a Mejor Película Extranjera bajo el brazo.
Un buen día, mi galán la bajó de Internet. Después de verla me llamó (lo cito) “llorando como nena en camisón”. Podrán imaginarse, entonces, como lloré yo. Súmenle que estaba en un momento especialmente enrollado, empecinada en forzar el encuentro con aquello que, se supone, vine a hacer al mundo. En otras palabras, la mentada “vocación”.
Estos japoneses me dieron vuelta mi propia película, con la historia del “antihéroe” calladito y honrado, que se ve forzado a dar un giro en su vida. A primeras este cambio se vislumbra negro, incluso grotesco; pero luego lo lleva derechito al sentido que estaba esperando…
Ver cine oriental, como las clásicas de Kim Ki-duk (Hierro 3, Primavera, verano, otoño, invierno…y primavera, etc) o la grandiosa Con ánimo de amar, puede ser un ejercicio exasperante para los que le tememos un poco al silencio. Pero al entrar a su frecuencia, se hace tan cómoda que no quieres salir de ahí. Mientras la vida sorprendía al protagonista, fui sacando mis conclusiones: que a veces, lo macabro despliega toda su belleza oculta, y es ahí cuando nos quedamos boquiabiertos; que no hay que obstinarse en ganarle la partida a la vida, porque de todas formas hará lo que quiera con nosotros.
Si me pongo quisquillosa, le sacaría uno que otro momento meloso. Aunque el final es emotivo, creo que se sale de la línea sobria y sugerente que hasta entonces sostenía. Pero se lo perdono.
Si me pongo quisquillosa, le sacaría uno que otro momento meloso. Aunque el final es emotivo, creo que se sale de la línea sobria y sugerente que hasta entonces sostenía. Pero se lo perdono.
Ya niños, les invito una dosis de parsimonia oriental, que siempre hace falta. Y a llorar como nena en camisón.
PD: Sólo la están dando en Cinehoyts La Reina y El Biógrafo (Acá se llama Final de Partida). Sino, tendrán que esperar a que salga en DVD. Pero yo no esperaría...les dejo el trailer para que se entusiasmen
que buena critica!!!! miercoles de cine seguro en esa sala!!!
ResponderEliminardentro del cine oriental te recomiendo tres que me han matado una que ya te comente "naufrago en la luna" la encontraste?, otra que es para morirse se llama "In the mood of love", y una impresionante "dolls" de Takeshi Kitano.
un abrazo y viva el cine.
Camila
Linda! Camila Opazo, mi más fiel seguidora, jajaja
ResponderEliminarYa vi "in the mood of love", la cité arriba (con ánimo de amar) Es preciosa.
Voy a buscar las otras 2 este finde, me muero por verlas, adoro el cine oriental
BESOS
Peliculón!! estos japos, dando clases cada vez que quieren.
ResponderEliminarY eso de la "nena en camisón"... no fue para tanto okey?? lo que pasó es que justo me entró una mugre al ojo... sí eso... una mugre... eso... sí...
la vi ya dos veces, y voy por la versión para el hogar.
ResponderEliminarCariños,
Shofy
¿Japonesa? a mi parecer el ritmo y puesta en escena es netamente norteamericano (igual que Kim Ki-duk). ¡Si hasta a Akira lo trataron de tendencia occidental!
ResponderEliminarDeshidratese con "Hotaru no Haka" (1988)
Excelente. ;-)
ResponderEliminarLo que me gusta del cine oriental a diferencia del occidental, es que no tienen un afan ambicioso por "gustar", por hacer buena taquilla (osea remunerar de trasfondo)
ResponderEliminarEs como si quisieran hacer bien las cosas, y siempre a traves de mas de un canal de comuncacion
un agrado para nosotros como receptores de su arte
Una pelicula mas a la lista ;-)
Un afectuoso saludo
Popeye