Mea culpa. No tengo excusas para defender mi evidente período de flojera creativa, ni tampoco quiero hacerlo; lo importante, queridos cinéfilos, es que he vuelto. Y qué mejor regreso que de la mano -que alguna vez estreché- del señor Woody Allen. Sí señores, el octogenario la hizo de nuevo. Él, que cada día está más senil y mañoso pero sigue dándose el lujo de hacer una película por año, refresca la agonizante cartelera chilensis con su penúltima película Conocerás al hombre de tus sueños.
Como la gran salida nocturna de la semana, partimos al cine con mi galán (pobre, ha tenido una sobredosis de Woody en los últimos dos años) y una pareja de amigos; ella, mi partner en lo que al director gringo se refiere (y con quién acuñé el término “sensación Woody”, calificativo que inquieta a nuestros cercanos y que alguna vez explicaré); él, menos pasional para sus juicios, pero con una premisa a cuestas: “mientras no aparezca Woody , todo bien. Si aparece, me quedo dormido”. Excelente apreciación, my friend. Es que en el universo del director coexisten dos tipos de películas; en las que aparece en pantalla, y en las que no. Para algunos, la primera opción puede ser insufrible. Para otros, he ahí la gracia del asunto.
Como la gran salida nocturna de la semana, partimos al cine con mi galán (pobre, ha tenido una sobredosis de Woody en los últimos dos años) y una pareja de amigos; ella, mi partner en lo que al director gringo se refiere (y con quién acuñé el término “sensación Woody”, calificativo que inquieta a nuestros cercanos y que alguna vez explicaré); él, menos pasional para sus juicios, pero con una premisa a cuestas: “mientras no aparezca Woody , todo bien. Si aparece, me quedo dormido”. Excelente apreciación, my friend. Es que en el universo del director coexisten dos tipos de películas; en las que aparece en pantalla, y en las que no. Para algunos, la primera opción puede ser insufrible. Para otros, he ahí la gracia del asunto.
Cómo ha sido tónica en los últimos años, esta vez el caballero se quedó detrás de la cámara. Y los cuatro coincidimos en que nos hizo un favor. Porque a falta de su presencia frenética, retomó esa esencia que pareció diluirse en El sueño de Casandra, Vicki Cristina e incluso Match Point y que recuerda a Manhattan, Deconstruyendo a Harry, Melinda & Melinda y al universo caótico neoyorkino que tanto queremos quienes todavía lo queremos.
Esta vez, la mezcolanza dice así: dos matrimonios en crisis; un aspirante a escritor tan perseverante como fracasado; Antonio Banderas en su nuevo rol de “galán latino pero maduro”; un viejo (Anthony Hopkins también le pega a la comedia!) con crisis de “mediana edad”, que deja a su mujer por una jovenzuela (algo así como la versión sin carisma de Mira Sorvino en Poderosa afrodita); la mujer de Hopkins, muy distinta a la jovenzuela sin carisma, que al verse desechada recurre a una adivina con nombre y cara de fraude, pero que al final no era tan fraude…todos se relacionan, se confunden, se pelean, se arrepienten, agachan el moño y terminan mirándose el ombligo, porque tienen demasiada fe en sí mismos, pero poca fe en la vida misma. La sorpresa es que sólo a uno de ellos le toca un final feliz.
Aquí, Woody enreda sin tapujo el drama con la comedia, lo amargo con lo irónico, lo inverosímil con lo cotidiano.Y aunque siendo justa con el camino recorrido, no la llamaría una de sus GRANDES películas, tiene momentos, diálogos y vueltas brillantes; destellos de la genialidad de Annie Hall o Zelig que por dios que se extrañan y le pueden alegrar el día a una.
“A veces, las ilusiones curan más que los remedios”, dice uno de los personajes al final de la película. He aquí la moraleja que nos deja el tio Woody; la más cursi que le he visto, pero también la más verdadera.
Muchas gracias Paula por una nueva fresca, rápida, entetenida y alegre publicación. Vuelves a dejarme con ganas de ver una película que no he visto...
ResponderEliminarNo dejes de escribir y ayudarnos a ver lo que ves y que nosotros no vemos!
Un gran abrazo!
Entretenida crítica!Dos comentarios respecto a lo que escribes. El primero es que creo que aunque Woody no aparece en la peli, podríamos decir que su personaje sí. Apenas empieza la pelicula con la voz del protagonista, juraba que era él. Después me demoré varios minutos en reconocer que era realmente la voz del actor. Lo segundo, no pienso que sea una cursi. Tal como me dijo una amiga franchute el otro día "woody asume en esta película los clichés". El toma el estereotipo parisino y el grindo y se burla de ellos, hace irononía con ellos. El sabe que está filmando el parís perfecto, el parís turístico, el parís hecho para los gringos. Eso... me encanta que hayas retomado. Besos, rusia cabeza de pichi.
ResponderEliminarpostdata:¿por qué pusiste fotos de otras películas? jajajaj
ResponderEliminarEstimadísima Bubbies:
ResponderEliminarTengo sensación woody con la película que fuimos a ver con nuestros galanes. Como decía la crítica que leí hace una semana de Ascanio Cavallo: "Conocerás al hombre de tus sueños, que es la entrega anual de Allen
correspondiente al 2010, no está entre sus mejores películas. Tampoco
entre las peores. Está allí, firmemente instalada en el ancho terreno
de lo reguleque."
Mmmm, un poco duro decir que es una película reguleque...a mi me gustó, me entretuve, más bien gocé con este enredo tan woody. Pero por otro lado pienso que algo de razón tiene...no es lo mejor que se ha visto de nuestro queridísimo..Sin embargo es una película 100% allen, que es lo que a sus seguidores (y a los no tanto) tanto nos encanta.
Te espero unos de estos días en mi casa para que veamos Whatever works, o quien sabe Midnight in Paris.
PD: Anónimo...creo que te equivocaste y piensas que ella está comentando esta última película y no la que vimos (que por cierto es la de las fotos).
Para los que se tienen y quieran verla online:
ResponderEliminarhttp://www.cuevana.tv/peliculas/2873/you-will-meet-a-tall-dark-stranger/
Alfred
fe de erratas: tienten
ResponderEliminarPuede ser que no sea lo mejor que ha hecho el señor Allen, pero he aprendido a disfrutar de lo que este caballero se atreve a ofrecer, ya sea a través de entregas como Match Point o como Zelig, tiene ese "queseshó" que lo hace único, quizás en la forma de enredar las cosas... no lo sé, pero mi sensación es que va más allá de un "Sello de director" como puede darse con Tarantino o Scorssesse (que se reconocen de lejos)... es más un "Sello en la forma, el fondo, el estilo, el guión, la música, y un largo etcétera". Es Woody por donde se le mire... y me gustó que así fuera.
ResponderEliminarBien ahí Woody, mantente lejos de mi novia, desgraciado.
NO DEJES ESTE ESPACIO!!! Eres la mejor.
Y finalmente no apareció...
ResponderEliminarSensación Woody!!!!!
En vista de ese fanatismo por el gran Woody y esa gran historia buscándolo por NY, esto te puede causar gracia; http://budurl.com/6zcv
ResponderEliminarsaludos.
jajjaja. sí me equivoqué de película. pensé que estabas comentando la última: minuit à Paris! gracias pompies! r.c.p.
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